Muestrario del Rubayat de Omar Khayyam


¿Temes lo que puede traerte el mañana?
No te adhieras a nada, no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo, el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.

Al mundo me trajeron sin mi consentimiento y los ojos abrí con sorpresa infinita, partiré después de reposarme un tiempo sin saber la razón de mi entrada y salida.

¡Un instante de aliento en la ruta desierta gustar solo una gota del agua de la vida!
Las estrellas se apagan; la caravana alerta parte ya hacia la Nada: ¡ya es la hora, despierta!

Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, procura ser feliz hoy. Coge un ánfora de vino, siéntate a la luz de la luna y bebe, mientras te dices que quizás mañana te busque, en vano, el astro de la noche.

El viento del sur marchitó las rosas que loaba, en sus cantos, el ruiseñor. ¿Habrá que llorar por ellas o por nosotros? Cuando la muerte marchite nuestras mejillas, otras rosas se abrirán.

Bien sabes que no tienes ningún poder sobre el destino, ¿por qué la incertidumbre del mañana motiva tu ansiedad? Si eres prudente, goza el momento que pasa; lo futuro ¿qué encerrará?

Caeremos en la ruta del amor, y nos pisoteará el destino. ¡Oh, mi pequeñuela! ¡Oh, mi preciosa copa! Levántate, y dame tus labios, antes de que me convierta en polvo.

¿Sabes lo que te puede acontecer mañana? Ten confianza, pues, de lo contrario, no dejará el infortunio de justificar tus temores. No te apegues a nada. No interrogues los libros ni a los hombres: él destino es inescrutable.

¡Cuán débil es el hombre! ¡Qué ineluctable el destino! Faltamos a nuestros juramentos, y la deshonra nos es indiferente. Yo mismo, a menudo, obro como un insensato; mas tengo la disculpa de estar enamorado.

Supongamos que hayas resuelto el enigma del universo, ¿cuál es tu destino? Supongamos que hayas arrancado a la verdad todos sus velos, ¿cuál es tu destino. Supongamos que hayas vivido feliz cien años, y vayas a vivir aún cien años más ¿cuál es tu destino?

La verdad y el error, la certeza y la duda, no son sino palabras huecas como pompas de jabón. Irisadas o grises, esas burbujas son la imagen fiel de nuestra vida.

Todo el mundo quisiera marchar por la senda del conocimiento.
Unos la buscan afanosamente; otros dicen haberla encontrado ya.
Mas un día una voz clamará: «No hay ruta ni sendero.»

El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio. La vana ciencia de los hombres: palabras. Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas: sombras. El fruto de tu continua meditación: nada.

Los sabios no podrán enseñarte nunca nada, mas la caricia de unas negras pestañas de mujer te revelará la felicidad. No olvides que tus
días sobre la tierra están contados, y que bien pronto volverás al polvo. Trae vino, busca un lugar al abrigo de importunos, y deja que la vid te consuele.

Gira la ruleta, indiferente al cálculo de los sabios. Renuncia al esfuerzo vano de contar las estrellas. Medita más bien en esta verdad: habrás de morir, no soñarás más, y los gusanos de la tumba, o los perros vagabundos se disputarán tus despojos.

Los sabios de mayor renombre caminaron en las tinieblas de la ignorancia; fueron, sin embargo, las lumbreras de su tiempo. ¿Su obra? Dijeron unas cuantas palabras confusas y se quedaron, después, profundamente dormidos

Imagen:Stefano Pedroni

6 comentarios el “Muestrario del Rubayat de Omar Khayyam

  1. Soy de las que piensa que nuestro paso por la vida no debe quedar en el olvido, que debemos dejar una huella y que para eso hemos venido a la tierra, respeto sus planteamientos, me parecen muy profundos.

  2. Me resulta profundamente conmovedora tu reflexión. Y me invita a hacer a mí las mías: ¿saber que no siempre habrá un mañana implica necesariamente que la felicidad consiste sólo en embriagarse de los placeres «superficiales»?; si todo a de acabar mañana, ¿por qué amar, para qué aprender, qué sentido tiene nada… incluso para qué gozar?, ¿vivir el presente es lo mismo que despilfarrarlo?, ¿no podré vivir felizmente mi presente soñando con futuros (que serán o no), no podré vivir disfrutando mi presente dedicando mi fuerza, mi corazón y mi mente a alcanzar aquello que creo hoy que es mejor…?

  3. Sólo quiero vivir antes de quedarme dormida o de despertar, que aun no lo tengo muy claro. A ser posible, sin muchas palabras. Ah!! y antes de que me coman los gusanos..mejor que me coman los humanos.

    «Vivir es una de las cosas más raras del mundo. La mayoría de las personas tan sólo existen.» Oscar Wilde

  4. La frase de Oscar Wilde deberia ponerse en una placa a la entrada de las escuelas.

    Dice un aforismo del maestro sufí Attar: «Apresúrate de descubrir el secreto de tu exikstencia, antes de que tu vida te sea arrebatada».

  5. En mi opinión vivir el presente significa sentir profundamente la vida y compartir las cosas que has descubierto. ¿Para qué, Javier? Para sentirse vivo, es realmente un festival y no solo de los sentidos sino también y muy interesante del intelecto, alimentando la conciencia con explicaciones personales a las preguntas universales. Si empiezo a descubrir de que va todo esto… es impresionante!!

  6. Pingback: En las escuelas de sufismo en lugar de ir en busca de la evolución del pensamiento humano se habla de la DEVOLUCIÓN | PLANO CREATIVO

Deja un comentario